Las excusas que dan los papás y otros adultos para no comprar libros para
niños
¿Tus papás, abuelos, tíos y otros adultos no quieren comprarte
libros?
Este es el momento de enterarte cuales son las excusas que
usan y usarán para no hacerlo. Después de leerlas, ponte a pensar qué les
puedes decir cuando las usen.
Te lo dejo de tarea aunque no tienes que apuntar nada ni te
voy a hacer un examen...
Claro que hay papás y otros adultos que permiten que sus
hijos escojan libremente lo que quieren leer y compran algunos de ellos: Ojalá
los tuyos sean así, pero hay muchos que son todo lo contrario. Por eso te recomendamos que, antes de ir a una
librería o a una feria de libro (como la Feria Internacional del Libro Infantil
y Juvenil FILIJ), ahorrares tus domingos para que puedas comprar el libro que
más te guste. Si ahorras bastante dinero, ¡te puedes comprar más!
Acércate a los estantes y mira lo que hay, saca el libro que
te llama la atención, míralo con detenimiento y lee la contraportada y las
primeras hojas para ver si te late. Si no, regrésalo a su lugar y busca otro. Capaz
que tienes autores favoritos y puedes buscar otro libro de ellos. También
puedes sacar libros de una biblioteca o los puedes intercambiar con tus amigos.
Y, además de los libros de narrativa, no se te olvide que hay libros
informativos maravillosos que puedes disfrutar igual que un cuento.
Entre las excusas más comunes y sin un orden especial, están
las siguientes:
1.
Cuestan muy caro.
2.
¡Ese libro no! Tiene demasiados dibujos. Tú ya
eres grande, tienes seis años y debes leer algo con puras letras. Sí, ya sé que
ese te gusta más pero mira, aquí está uno muy gordo, muy barato y te va a durar
más. Y no me importa que llores porque este es el que vamos a comprar.
3.
¿Para qué quiero que te diviertas?
4.
Leer es perder el tiempo.
5.
Prefiero comprarte un juguete, aunque sea mucho
más caro, porque siquiera lo usas más.
6.
No te gusta leer. Una vez te compré un libro que
a mí me gusto y a ti no. Lo dejaste botado por ahí y tuve que forzarte a
leerlo. Por eso ya no te compro libros.
7.
Puedes aprender cosas que a mí no me convienen.
8.
Te diviertes igual viendo la televisión y no me
cuesta nada.
9.
No tengo lugar para guardarlos en la casa.
Además, se llenan de polvo y hay que limpiarlos.
10. Los
libros se rompen, se desgastan y se deshojan.
11. ¿Un
libro sin texto? ¿Para qué? No voy a comprar un libro de puros dibujitos y sin
palabras.
12. Si
lees mucho, no juegas con tus amigos.
13. Se
te acaban los ojos de tanto leer. ¡Imagínate! Tendré que comprarte anteojos…
14. Cuando
tenías un año te compré uno de esos libros pop-up y lo rompiste en dos minutos.
Por eso, aunque ya pasaron muchos años, seguro vas a hacer lo mismo.
15. ¡Uuuuy!
Si vieras cuántos clásicos te he comprado, de esos que yo tuve que leer en la
escuela cuando era niña, y ni siquiera los quisiste abrir. Más bien los usaste
para jugar. Ya sabes, construías torres y después los tirabas a pelotazos.
¿Para qué gasto comprando libros nuevos si estoy seguro que no los vas a leer?
16. ¿Para
qué? Yo no leo y de todos modos me gano la vida.
¿Ya pensaste en
que les vas a responder?
Mándame tus
sugerencias y después te diré las mías.